SNACK ACTIVO: pequeñas pausas, grandes cambios
SNACK ACTIVO: pequeñas pausas, grandes cambios
Imaginá la escena... estás frente a la computadora, , estudiando, en tu taller creativo o de pie en tu trabajo. El tiempo corre y, sin darte cuenta, llevás horas en la misma postura. El cuerpo se pone pesado, la espalda se tensa, los ojos se cansan y la mente empieza a dispersarse. En ese instante, te levantás, caminás un minuto, movés los hombros en círculos y respirás profundo. En apenas segundos todo cambia: tu energía sube, la mente se despeja y el cuerpo se siente más liviano. Eso es un snack activo.
Desde la kinesiología y la ciencia del movimiento, los snack activos —también conocidos como micro-pausas activas— son interrupciones breves y programadas del sedentarismo. Consisten en actividades simples, de 1 a 3 minutos, que pueden incluir movilidad articular, estiramientos dinámicos, caminatas breves o ejercicios de respiración. Su objetivo principal es reducir los efectos adversos de las posturas mantenidas y promover un estado de mayor bienestar físico y mental.
La literatura científica de la última década ha demostrado que interrumpir el tiempo sedentario cada 20–30 minutos tiene efectos positivos sobre la salud. Estudios controlados en adultos muestran que estas pausas mejoran la regulación de la glucosa e insulina postprandial, reducen la fatiga y previenen el dolor musculoesquelético, especialmente en columna lumbar, cuello y hombros. A nivel cognitivo, también se han observado mejoras en la atención, la concentración y el rendimiento en tareas prolongadas.
Físicos: alivio de la tensión muscular, prevención de dolores crónicos, mejor circulación y regulación metabólica.
Mentales: reducción de la fatiga, mayor claridad mental, disminución del estrés y mejora de la creatividad.
Estas pausas son recomendables para todas las personas expuestas a periodos prolongados de sedentarismo: trabajadores de oficina, teletrabajadores, estudiantes, personas que conducen largas distancias e incluso quienes se encuentran en procesos de rehabilitación y no pueden realizar entrenamientos extensos.
Levantarse cada 25–30 minutos.
Realizar entre 3 y 5 movimientos simples (ejemplo: movilidad de hombros, extensión de columna, sentadillas suaves, caminar en el lugar).
Incorporar recordatorios (alarmas, aplicaciones o hábitos asociados a tareas cotidianas, como terminar un correo o una llamada).
Como kinesióloga, enseño a integrar estos micro-espacios de movimiento tanto en consultas presenciales como mediante videos prácticos en mi Instagram https://www.instagram.com/p/DPCZJMikQxJ/ , donde comparto secuencias breves y fáciles de aplicar en cualquier entorno.
Cualquier consulta, escribime o enviame audio por WhatsApp
Leti.