HOMBRO DOLOROSO: la historia de María
HOMBRO DOLOROSO: la historia de María
María tiene 45 años. Llegó al consultorio con un dolor agudo en el hombro derecho que no la dejaba dormir. La despertaba a mitad de la noche, tenía que medicarse para aliviarlo, y aún así, no lograba encontrar una posición cómoda para descansar. Su vida no se detiene: es fotógrafa profesional, trabaja muchas horas con computadora editando imágenes y usa ese mismo brazo —el dominante— para sostener la cámara. Además, lleva la casa, un hijo adolescente, y recientemente recibió noticias preocupantes sobre la salud de un familiar cercano.
“Llego al final del día completamente contracturada, y siento que el dolor me toma desde el cuello hasta el codo. No me puedo relajar, ni siquiera cuando ya terminé todo lo que tenía que hacer.”
Entre sus inquietudes estaba el diagnóstico médico que recibió una persona de su entorno: fibromialgia. Le generó miedo y la sensación de que, si no hace algo por su salud, el dolor se va a quedar para siempre.
En la ecografía que le indicó el médico se observó una tendinosis del supraespinoso. Sin embargo, lejos de quedarnos con una etiqueta diagnóstica estructural, en la evaluación buscamos comprender su experiencia completa: su contexto de vida, sus tensiones, sus hábitos y su relación con el movimiento y el dolor.
Con María decidimos trabajar de forma activa, integral, y progresiva. Le propuse ejercicios que incluyeran fuerza, movilidad y flexibilidad, sin miedo a moverse, adaptando las propuestas para que fueran accesibles y sostenibles en su día a día. También hablamos sobre la importancia de venir al consultorio con ropa cómoda: su cuerpo iba a ser parte activa del proceso, no un objeto pasivo que alguien más "repara".
“Me sorprendió que no me doliera tanto hacer los ejercicios. Pensé que no iba a poder moverme, pero en realidad me hizo bien moverme despacio, y sin forzar.”
Le ofrecí herramientas sencillas para aplicar durante sus largas horas de edición: pausas de respiración, pequeños movimientos repetidos, cambios de postura. En vez de buscar evitar el dolor, empezamos a observar qué cosas ayudaban a modularlo, y cuáles no.
Al llegar a la segunda sesión, me contó que sentía un alivio claro en el cuello, aunque su rutina diaria seguía igual. El dolor aparecía hacia el final del día, casi como una predicción inevitable: "ya sé que como no hice nada distinto, me va a doler". Esa idea —que parecía tan firme— fue el centro de nuestro segundo encuentro.
Trabajamos sobre sus creencias, sus expectativas y su relación con el dolor. Revisamos en conjunto lo que sí podía implementar, aún en un contexto exigente. A la vez, seguimos con ejercicios activos, cuidando el cuerpo pero sin detenerlo. En ese encuentro, comenzamos a cambiar algo más profundo: su vínculo con su cuerpo, con su dolor, con su posibilidad de sanar.
“Me hizo bien hablar del dolor. Siempre creí que era algo que tenía que aguantar. Pero ahora siento que puedo hacer algo.”
La historia de María representa un ejemplo claro de lo que el artículo de Guerra-Armas y colaboradores (2025) señala como necesario: un cambio de paradigma en el tratamiento del dolor de hombro, pasando del modelo biomédico (centrado en "reparar daños") a un modelo biopsicosocial que reconoce la complejidad del dolor.
El estudio indica que:
No hay una relación directa entre los hallazgos en imagen (como la tendinosis del supraespinoso) y la intensidad del dolor o la discapacidad funcional.
Las etiquetas diagnósticas estructurales, como “degeneración” o “desgarro”, pueden aumentar la ansiedad y la percepción de gravedad, alejando a las personas de opciones conservadoras como la fisioterapia activa.
El tratamiento más efectivo no es necesariamente el más estructurado, sino aquel que considera a la persona en su totalidad: su historia, sus emociones, sus creencias y su contexto social.
En este sentido, el trabajo terapéutico con María fue coherente con lo que plantea la evidencia actual: empoderamiento, educación, acompañamiento activo y funcional, respetando sus tiempos y su historia. No se trató solo de hacer ejercicios, sino de que ella pueda volver a confiar en su cuerpo.
Referencia
Guerra-Armas, J., Pampín-Lado, T., Bonino-Covas, T., & García-Altube, Á. (2025). Cambio de paradigma hacia el modelo biopsicosocial en el abordaje del dolor de hombro: un llamamiento a la comunidad de Fisioterapia. Journal of MOVE and Therapeutic Science, 7(1):m89. https://doi.org/10.37382/jomts.v7i1.1419